La diabetes tipo 1 (también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia), se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. Se desconoce aún su causa, y no se puede prevenir con el conocimiento actual. Sus síntomas consisten, entre otro, en excreción de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio. Estos síntomas pueden aparecer de manera súbita.