El chequeo que se realiza en algunos gimnasios dura una hora; se hacen tests físicos que determinan la capacidad pulmonar, respiratoria y cardíaca; se hacen pruebas de esfuerzo sobre una bicicleta estática, así como palpaciones de las articulaciones, del estómago y del vientre. También te preguntarán por tus antecedentes médicos. El informe con los resultados se le entrega también al monitor, quién se basará en él para someterte a los ejercicios más adecuados. Recuerda que esta revisión es de vital importancia y debes realizartela.