La Galactosemia es una reacción adversa a la galactosa, azúcar de la leche, que se presenta en uno de cada 60 mil neonatos. Los datos de bajo peso, retraso en el crecimiento, vómito, llanto constante y gases estomacales que aparecen días después de que el bebé empieza a tomar leche, pueden ser indicativos de galactosemia. Esto es una condición genética en la cual el organismo no puede metabolizar la galactosa. Si la enfermedad no se detecta a tiempo, puede ser consecuencia de complicaciones tan severas como crecimiento del hígado (hepatomegalia), cataratas y retraso mental. En estos casos lo importante es sustituir la alimentación de quienes padecen esta enfermedad, con productos a base de soya, incluida la leche.