La respiración y el estiramiento de los músculos son esenciales para este sistema, que hace que la musculatura sea más alargada, flexible y fuerte. "Tras una sesión, la persona nota que los músculos se han puesto en marcha aunque no haya sudado. Tras 10 sesiones, se produce un cambio notable; al cabo de 20, el físico cambia, y, a las 30 sesiones, el cuerpo es distinto: la cabeza se lleva más erguida, la falda cae en la cintura y el pecho se coloca en su sitio. Hay quien ha ganado altura porque las vértebras se han colocado como debería".