Son primordialmente energéticas. Un gramo suministra aproximadamente 9 Kcal. Una Alimentación adecuada para el deportista debe contemplar un proporción de estas no superior al 30% de las calorías totales de la dieta, siendo deseable un aporte en torno al 20-25%. En el ejercicio, la contribución de las grasas como combustible para el músculo incrementa a medida que aumenta la duración y disminuye la intensidad del esfuerzo físico.