Es una de las causas principales de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Los nutriólogos y médicos recomiendan suplementar la dieta diaria con Omega 3 pero aprender a reconocer aquellos que provienen de una fuente de alta calidad. En el caso del aceite de pescado, podemos ver que existen ciertos factores que resultan molestos:
- Las cápsulas tienen un desagradable sabor a pescado.
- Sus cápsulas son muy grandes y difíciles de tragar.
- Estar repitiendo el desagradable sabor a pescado durante varias horas con la pena de tener mal aliento.