La Organización Mundial de la Salud ha calificado a la obesidad como la epidemia del siglo XXI, a raíz del aumento de la frecuencia de esta enfermedad en la población de todas las edades y de que tal incremento no es exclusivo de los países económicamente desarrollados como inicialmente se pensó, sino que afecta a otras naciones con menor desarrollo, como es el caso de México. De hecho, de acuerdo a estimaciones de esta organización, México ocupa el segundo lugar mundial en obesidad en adultos, sólo después de Estados Unidos, mientras que en cuanto a la obesidad infantil somos poseedores del nada honroso primer sitio.
La Obesidad básicamente se define, como una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, pero prevenible viviendo una vida sana. Se trata de una proceso que suele iniciar en la infancia y adolescencia, a partir de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, que conduce a una acumulación excesiva de grasa corporal que va más allá del valor esperado según el sexo, la talla y la edad. Está la puedes eliminar comiendo sanamente, evitando los refrescos, corriendo o caminado y haciendo ejercicios para abdominales.
Para determinar el sobrepeso y la obesidad se utiliza el Indice de Masa Corporal (IMC), el cual se calcula con base a la estatura y el peso. No obstante, debe considerarse como una guía aproximitativa, ya que una persona puede tener un peso elevado junto con una importante musculatura o bien tener un peso normal junto a niveles de grasa superiores a los considerados como normales.