Según un estudio los ejercicios de fortalecimiento en las máquinas de pesas poseen un riesgo de dependencia muy acusado. Algunos culturistas llegan a abandonar la familia, trabajo y amigos para dedicar más horas a esta práctica. Estas personas presentan un patología llamada dismorfia muscular, que consiste en tener una percepción distorsionada del propio cuerpo.