Estos son los eternos enemigos de la sexualidad. Si ella está preocupada, cansa, con un montón de pendientes, o demasiado exhausta como para pensar en malabares en la cama, es difícil que logre excitarse, a menos que tú seas muy, muy paciente, y un amante experto capaz de seducirlas y olvidarse de todo para subir contigo a las nubes.