Se recomienda la realización de ejercicios físicos aeróbicos, al menos 30 o 45 minutos diarios, de cuatro a seis veces a la semana, lo que produce un descenso de 6 a 7 mmHg en la presión arterial, tanto sistólica como diastólica. Por otra parte, la práctica de actividad física de manera regular es una medida importante para modificar otros factores de riesgo asociados con la presentación de complicaciones.
lunes, 7 de marzo de 2016
