Dejar de sufrir es una decisión que, si bien no va a ser inmediato el cambio, es el gran primer paso para vivir mejor. La fórmula para alejarte del sufrimiento de tu vida es la responsabilidad de conocerte para saber qué quieres y a quién quieres en tu vida, y de asumir que, así como has decidido permanecer en esa situación, también puedes tener la responsabilidad de salir de ella.