La salud universal no se puede imponer ni hay una solución que sirva para todos los casos. Los países deben encontrar soluciones adaptadas a sus contextos nacionales. No obstante, en la región hay consenso en cuanto a los elementos que deben formar parte de esta solución como: invertir en modelos basados en la atención primaria y la prestación integrada de servicios eficaces, centrados en las personas y que se amplíen gradualmente.