La publicidad engañosa puede llevar a los consumidores a caer en el error o confusión, por lo que deben cuidarse de no comprar productos que se publiciten con promesas, frases, imágenes o textos engañosos, o leyendas totalitarias y absolutas. Lamentablemente aún no se conoce una máquina del tiempo que nos regrese a la juventud y es inimaginable que algún aromo nos haga irresistibles a cualquier personas del sexo opuesto o que la tecnología más innovadora no sea superada en poco tiempo.
Debido a lo anterior, los consumidores debemos ser escépticos de la publicidad que nos asegura la belleza soñada con sólo utilizar productos cosméticos