Cuando los fumadores tratan de disminuir la cantidad de cigarros o dejar de fumar, la ausencia de nicotina origina los siguientes síntomas de abstinencia: mareos que pueden durar de uno a dos días después de dejar de fumar, depresión, frustración, ira e impaciencia, trastornos del sueño, dificultades para concentrase, estreñimiento o aumento de peso.
Estos síntomas pueden causar que la persona comience a fumar de nuevo para elevar los niveles de nicotina en la sangre hasta que los síntomas desaparezcan.