Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que su desaprobación está relacionada con su comportamiento y no hacia ellos. Jamás demuestre rechazo hacia los niños y adolescentes. En lugar de decir eres malo, prefiere expresar eso que hiciste está mal hecho.
Guarde distancias. Cuando le dices "quiero que te vayas a acostar ahora mismo", está creando una lucha de poder personal con su hijo. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: "son las nueve, hora de dormir", mientras le enseña la hora en el reloj.