Hacer deporte nos enriquece la vida a cualquier edad. Nos mantiene en forma y saludables y, en el mejor de los casos, retrasa los fenómenos del proceso de envejecimiento. Desafortunadamente, cualquier deporte siempre conlleva un riesgo de lesiones deportivas. Esto no siempre tiene que ser moretones o abrasiones o incluso huesos rotos. A menudo, el cuerpo está sometido a una tensión incorrecta en los tendones, músculos y ligamentos, lo que con el tiempo puede provocar molestias físicas y dolores cada vez más graves. Pero, ¿cuándo debería consultar a un traumatologo en sevilla?. Es un pregunta difícil, pero lo que si es fácil de resolver es con quien acudir cuando se necesite un traumatólogo, hay que acudir al Dr. López-Vidriero que tiene su propia clínica en Sevilla y el como subdisciplina tiene la ortopedia deportiva y la traumatología deportiva, se especializa en el diagnóstico y tratamiento de lesiones y enfermedades degenerativas derivadas de la actividad deportiva. La traumatología deportiva no solo ayuda a los deportistas profesionales, sino también a los deportistas recreativos.
No siempre tiene que ser el trauma como resultado de las altas energías que ocurren en muchos deportes, incluso los deportes de menor energía pueden provocar daños permanentes, especialmente en articulaciones, ligamentos y huesos. El tipo de lesión deportiva más frecuente en el campo de la traumatología deportiva son las lesiones articulares. También se observa con frecuencia una degeneración articular excesiva (artrosis). Con un 70%, las piernas son las más afectadas por lesiones. Pero uno de cada cinco pacientes sufre de dolor en el hombro y el brazo. Afortunadamente, los accidentes en la columna o la cabeza son mucho más raros. El objetivo de la traumatología deportiva es permitir que los pacientes sigan practicando su deporte.
Estos son las lesiones más comunes que se tratan en la traumatología deportiva, ordenados por región del cuerpo:
En la zona de la rodilla: Desgarros de ligamentos, con el desgarro del ligamento cruzado como clásico, daño del menisco, lesiones de tendones en el área de la articulación de la rodilla, salto de la rótula (luxación patelar), artrosis de las articulaciones de la rodilla.
En el hombro: Dislocación de la articulación del hombro, inestabilidades del hombro, rotura del manguito rotador.
En la articulación del tobillo: Ligamento roto, rotura o desgarro del tendón de Aquiles.
Tratamiento en traumatología deportiva
Aunque muchos deportistas creen saber lo que están sufriendo, no existe un tratamiento en traumatología deportiva sin un diagnóstico previo. Esto es importante para poder distinguir entre agudo y crónico, por un lado, y poder iniciar la mejor terapia posible, por otro. El autotratamiento por parte de los pacientes en el hogar a menudo evita un inicio temprano del tratamiento y luego puede ralentizar el éxito de la terapia o incluso provocar daños posteriores. Por este motivo, las lesiones deportivas siempre son tratadas por un especialista en traumatología deportiva. Después de una detallada consulta médico-paciente, sigue un examen físico intensivo en el especialista, durante el cual también se pueden utilizar procedimientos de imagen. Por ejemplo, hay ultrasonido, artroscopia, radiografías o resonancia magnética, que ayudan a documentar el estado de los huesos y las articulaciones.
En general, el tratamiento en traumatología deportiva debe ser lo más suave posible y sin mayores traumas. Las medidas conservadoras incluyen, por ejemplo, vendaje, protección de las articulaciones, uso de plantillas especiales, así como medicamentos para el dolor y antiinflamatorios. Si este arsenal no es suficiente, se debe considerar una intervención quirúrgica en la articulación o los tendones. Hoy en día, estas intervenciones en la articulación se realizan habitualmente como cirugía mínimamente invasiva, es decir, el especialista en traumatología deportiva utiliza un endoscopio para penetrar a través de una pequeña incisión en la articulación a "reparar". Con una cámara e instrumentos especiales, el médico deportivo puede operar el daño articular sin grandes incisiones. En el caso de lesiones crónicas, sobreuso o dolor, la terapia de ondas de choque también se utiliza en muchos centros especializados en traumatología deportiva. Las ondas de ultrasonido de este método no solo mejoran la circulación sanguínea, sino que también estimulan la división de las células formadoras de hueso, lo que mejora la curación. De esta manera, muchos traumatismos deportivos como el dolor de hombro, el famoso y extendido codo de tenista y la tensión muscular pueden ser tratados de forma ambulatoria por un especialista en traumatología deportiva.